Nuestro viaje a Rumanía fue una experiencia inolvidable. Creo que a todos nos ha cambiado la visión hacia este país, pero para bien. Hemos aprendido mucho en este viaje, y conocido otras culturas, y lo más importante, nos hemos divertido. Aunque todos éramos muy parecidos, cada país tenía una forma de ser. Por ejemplo, los rumanos eran todos estupendos y muy abiertos,nos recibieron con gran alegría; y algunos de los húngaros, en cambio, eran muy tímidos y apenas se relacionaban. Pero a pesar de ello, todos hemoshablado con todos, hemos practicado el inglés y hemos hecho amistad congente de todos los países. La peor parte ha sido tener que despertarnos tempranísimo cada día para ir a las excursiones, pero merecía la pena poros días tan estupendos que hemos pasado. Hemos visitado el espectacularCastillo de Peles, la ciudad de Bacâu, el gran centro comercial de Iasi, el teleférico y las montañas de Busteni, etc.Respecto a la comida, no nos ha gustado mucho, pues cuando almorzábamos enlas excursiones, cada día nos ponían el mismo menú. Se basaba de una sopa nomuy apetitosa con pollo o albóndigas dentro, y de segundo, pollo con alguna otra cosa, que esto ya sí nos gustaba.Lo que más nos ha sorprendido ha sido que allí casi todo el mundo bebe aguacon gas, y para encontrar agua natural en los supermercados es muy difícil.Otra cosa es que allí la alimentación no es muy buena, pues casi no comen fruta ni pescado.Y aunque sea un país que no está muy bien económicamente, no nos ha faltadode nada, hemos estado estupendamente y que la gente no tiene que temer deRumanía, pues creo que todos estaríamos encantados de repetir el viaje.Solo nos queda dar las gracias a todas las personas que lo han hecho posible yque nos han dado la oportunidad de disfrutar de esta experiencia tan maravillosa.
Alumnos de 4º.
